Son muchos los objetivos que podemos tener al acudir a un gimnasio. Desde bajar peso, perder grasa, mejorar la forma física o modelar nuestro cuerpo. ¿Cuál es el tuyo? Dependiendo de tus metas, deberás enfocar tu entrenamiento de una u otra manera. En esta ocasión, vamos a hablar de dos de los músculos más importantes en nuestros brazos y daros unos consejos para entrenar bíceps y tríceps en el gimnasio.
Obtener unos músculos y unos brazos bien formados es un paso fundamental para aumentar la fuerza y, de paso, mejorar nuestra imagen. Se trata de dos metas bastante habituales para todos aquellos que acuden a un centro de entrenamiento de este tipo. Pero, por desgracia, también puede ser un objetivo muy difícil de conseguir para muchas personas. ¿Qué podemos hacer?
No es nada raro ver a muchas personas machacarse con ejercicios que apenas ofrecen resultados y que, sin embargo, no hacen más que cansarse. En otras ocasiones, es la genética la que juega el papel más importante. No hay que olvidar que estamos ante una de las partes de la anatomía más difícil de fortalecer. ¿Cómo podemos entonces obtener el máximo rendimiento en nuestros entrenamientos de bíceps y tríceps?
Son músculos antagonistas
Bíceps y tríceps son dos de los protagonistas del brazo. Sin embargo, estamos hablando de músculos antagonistas por su ubicación, convirtiéndolos en complementarios el uno del otro. ¿Qué quiere decir esto? Básicamente que deben estar igual de bien entrenados y desarrollados para evitar problemas como desequilibrios o lesiones.
Son muchas las personas que los entrenan a la vez, consiguiendo únicamente cansarlos rápidamente y no alcanzando los resultados deseados. Es por ello que habrá que buscar un método de entrenamiento alternativo y que nos permita estimularlos de manera óptima.
Una de las claves más importantes y menos conocidas que nos permitirá un desarrollo sobresaliente tanto de los bíceps como de los tríceps es el orden en el que ejecutemos los ejercicios. También es conveniente pre-entrenarlos de forma indirecta en otros ejercicios enfocados a otro grupo muscular. Por ejemplo, si entrenamos pecho también podremos hacer el tríceps, o el bíceps con el dorsal.
De esta manera conseguiremos trabajar estos grupos musculares con una intensidad más baja, haciendo posterior hincapié más adelante con ejercicios específicos para cada uno. Esta técnica pre-entreno + entreno específico nos permitirá incrementar los resultados de una manera espectacular.
También es conveniente que los bíceps se entrenen justo después de los dorsales, mientras que el tríceps debe hacerse después del pecho.